Los textiles, sus colores y texturas son nuestros grandes aliados a la hora de dar protagonismo y resaltar el salón. Gracias a ellos dotamos nuestro hogar de una atmósfera llena de vivos colores, además esto se refleja en nuestro estado de ánimo inconscientemente.
Los kilims, alfombras y textiles marroquíes me encantan, pienso en el trabajo artesanal que supone para las mujeres de las áridas montañas del Atlas: un trabajo hecho con esmero, dedicación, sus imperfecciones perfectas, su creatividad y sin olvidar los símbolos que representan en los tejidos y que pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros.
Once Upon a Tea Time |
A mi también me encantan los textiles, especialmente cojines y alfombras, y estos que publicas son guapisimos...
ResponderEliminarHabitación verdeagua.
Preciosos kilims, me encantaría tener una buena alfombra marroquí. El salón que has puesto hoy me parece precioso, todos los detalles. ¡Hasta el teléfono se integra con su funda de madera! <3<3<3
ResponderEliminarque bonita estancia, adoro los cojines realizados con kilim, logran conferir mucha personalidad allí donde sean ubicados.
ResponderEliminarMuy chulos! yo tengo uno pequeñito en el pasillo porque me encantan y se adapta a cualquier espacio, este ya ha vivido en 3 casas!! Es salón es genial, transmite calidez y confort
ResponderEliminarLos kilims me chiflan!! hay que son verdaderas obras de arte. Maravillosos en este rincón! Bss
ResponderEliminarMe encantan,las texturas, los colores, super lindos!
ResponderEliminarBuena semana!
I just love it. Great moroccan interior and inspiration :)
ResponderEliminarBuenas noches para ti!
A mi también me gustan mucho,y es la primera vez que los veo confeccionados en cojines. Le dan un toque de colorido maravilloso!!!
ResponderEliminarMe encanta el colorido que tienen y las texturas!! son aptos para cualquier decoración.
ResponderEliminarBesos.
Me chiflan estas texturas y colores!
ResponderEliminarSaludos
Me encantan, por sus colores alegres, sobre todo en alfombras. Bss!
ResponderEliminarsí, son maravillosos. y esas clases magistrales de sus vendedores, distinguiendo los textiles del bajo Atlas, del alto o del medio; tratando de vender alguna alfombra, haciendo pasar un rato delicioso a sus clientes, a los que trata como invitados. y yo, que soy muy fácil de convencer cuando encuentro lo que me gusta, fui el blanco perfecto de mi vendedor. me volví a casa con dos :)
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