Comenzamos el verano haciendo un guiño a las albercas reconvertidas en pequeñas piscinas. Siempre me han fascinado por su agua clarita y porque suelen acoger una decoración bohemia-rústica que las hace especiales. Ocupan poco espacio, y resultan ideales para darse un buen chapuzón en las horas más calurosas del verano. ¿No os parece preciosa la decoración que las rodea?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
son pura inspiración , me encantan!
ResponderEliminar